Texto original de Curt Doolittle
Traducido al castellano por Alberto R. Zambrano U.
[L]os rituales sagrados (del templo y la iglesia en particular) nos recompensan de la espiritualidad y demás señales influyentes a cambio de aprender la habilidad de suprimir nuestros impulsos.
Los rituales más agresivos y exigentes son aquellos que el Islam impone, una multitud de exigencias y repeticiones diarias, el judaísmo impone exigencias intelectuales, el cristianismo lo hace de una forma muy poco exigente y desorganizada, el budismo lo hace de forma espiritual, la forma más ritual son las religiones japonesas del shinto y el budismo, y la forma más difícil y beneficiosa es el estoicismo combinado con el empírico aristotélico de la las leyes y la ciencia.
Estos rituales son necesarios en todas las sociedad por ninguna otra razón más que entrenarnos para mostrar piedad (respeto) por nuestros bienes.
Los occidentals fueron capaces de desarrollar bienes en algún sentido porque la iglesia suprimió sus impulsos por medio de sus rituales.
Lo sagrado es igual a aquello que yo no debo imponer a nadie sin importar el costo.